Una verdadera inteligencia artificial
La imagen que tenemos en el conjunto de la sociedad sobre cómo será una verdadera inteligencia artificial, proviene de las películas. Casi exclusivamente de Hollywood. Estas inteligencias vienen, a veces dentro de robots más o menos parecidos a nosotros, en otras ocasiones son superordenadores. Pero en cualquier caso, lo que caracteriza a estas inteligencias artificiales es su parecido intelectual con nosotros, los humanos; tiene mucho sentido que sea así, pues es el humano siempre la medida de todo.
Estas inteligencias artificiales actúan y piensan como si un verdadero cerebro humano se encontrase dentro de una máquina: más como un droide, que como un centro de procesamiento completamente sintético; una máquina, en cuyo interior se hallara un cerebro completamente humano.
Básicamente tenemos en nuestra imaginación la idea que una máquina inteligente es un ordenador con un comportamiento humano. Es probable que existan muchos proyectos en el mundo que busquen la manera de imitar o simular la inteligencia humana dentro de una máquina. Parece una buena idea, ya que conseguiríamos disponer una gran cantidad de nueva inteligencia, producida a nivel industrial, que podría ser aprovechada para un sin fin de usos útiles. Sin embargo, a mí esto me parece una completa chaladura.
Hay un motivo que me hacen desconfiar de este enfoque de pretender igualar la mente humana.
El motivo es simplemente práctico: si imitamos la mente humana, imitaremos también sus defectos. No creo que sepamos desarrollar una mente humana, evitando copiar sus defectos, como la poca memoria a corto plazo, o nuestra facilidad para olvidar , o incluso tergiversar recuerdos. Imaginémonos a una mente humana dentro de un robot: cuando le pidamos que nos planche camisas, bien podría decirnos que no, que prefiere ver la televisión.
Fuera bromas, una mente humana dentro de un ordenador sufriría las mismas limitaciones que hoy en día padecemos los humanos a la hora de acceder a dicho ordenador. Enormes cantidades de datos y de procesamiento de dichos datos, pero somos incapaces de asimilar y entender dichos procesamientos y datos. A una mente humana digital le pasaría lo mismo.
Por todo esto, no creo que sea la imitación de la mente humana, en un soporte digital, lo que debamos investigar y desarrollar. Nuestras necesidades son otras.
¿Cuáles serían estas necesidades? Pues las mismas explicadas anteriormente: nuestra incapacidad para acceder a enormes cantidades de procesamiento y datos. Cualquier desarrollo de la IA debe ir dirigido hacia la mejora del interfaz hombre-máquina. Empezando por desarrollar un interfaz de lenguaje natural (al igual que el origen de Jarvis en las películas de Marvel fue un simple interfaz de lenguaje natural, que acabó dirigiendo una gran empresa).
Los actuales sistema de interacción hombre-máquina son en realidad ridículos: el teclado, el ratón, pantalla. Apenas usamos otros medios como la cámara de vídeo o los altavoces para recopilar o transmitir información al usuario.
Una verdadera futura IA deberá ser capaz de, viendo los movimiento y escuchando las explicaciones de un humano, imitar dichos movimientos y hacer corresponderlos con las explicaciones. Como por ejemplo: un operario explicaría al robot que debe tomar ciertas objetos, meterlos en una caja y retractilar dicha caja, poniendo la etiqueta que aparece en una determinada impresora.
Para esto, debemos centrarnos en la comunicación hombre máquina. En vez de ello, parece que nos centramos en desarrollar lógicas, procedimientos de aprendizaje automático: pero en realidad lo que necesitamos es desarrollar lenguajes. Un lenguaje muy especial.
Los interfaces hombre-máquina que solemos usar, en realidad son solo un espejismo de la realidad, una simplificación del verdadero lenguaje hombre-máquina. Estos interfaces son creados para facilitar el uso de ordenadores a humanos, pero no son el verdadero interfaz hombre-máquina: el verdadero, son los lenguajes de programación.
Por todo ello, mi teoría es que debemos crear un lenguaje de programación cuyas entradas sean las palabras, los gestos, los sonidos, las imágenes, y el resultado del procesamiento sean comandos de máquina: las instrucciones que hacen a los ordenadores procesar, y a los robots mover sus actuadores.
Es un lenguaje de programación lo que debemos desarrollar. Al igual que los lenguajes requieren de un compilador o interprete para ser ejecutados, este lenguaje de IA requiere su propio interprete, pero uno entrenado por ML.