Hace algunos años encontré un artículo muy bien escrito sobre cómo salir de una depresión. Perdí el enlace, por lo que ya no tengo acceso a dicho artículo. Recuerdo que daba unos consejo bastante sencillos y fáciles de seguir. También recuerdo haber puesto en práctica esos pasos recomendados, sin mucha disciplina, pero aún así conseguí salir de una de mis depresiones. Voy a escribir seguidamente lo que recuerdo de aquel artículo, a ver si así consigo volver a salir de mi actual depresión.
Lo que me gustaría avisar a cualquier persona que tenga cerca a alguien deprimido, es que se abstenga de decir cosas como: “solo tienes que animarte”, “puedes mejorar solo queriendo”, “tú mismo creas tus circunstancias”. Todas estas frases son como puñales a los ojos de una persona deprimida, y hieren. Lo primero que debemos entender todos es que un cerebro deprimido no piensa ni funciona de la misma manera que el de una persona sana: la depresión es una enfermedad mental. Una persona deprimida no piensa y siente de la misma manera que cuando está bien: cosas sencillas,- como hacer la cama-, se convierten en tormentos inalcanzables, preparar un plato elaborado es impensable, salir a dar una vuelta solo para caminar es como iniciar una odisea. Todo se vuelve cuesta arriba. Lo que siempre habíamos hecho con facilidad, ahora resulta casi imposible. También nos afecta a nuestra confianza, sobre todo con las relaciones de los demás y el trabajo. Es fácil que se resientan tus relaciones de todo tipo.
¿Se puede salir de todo esto? Pues sí. Primero debemos ser conscientes que todos estos pensamientos negativos que sufrimos son causados por el estado fisiológico de nuestra cerebro. Las depresiones han sido investigadas científicamente, y en esos estudios se detectó que el cerebro deprimido tiene una química diferente, la cual es provoca que sea difícil pensar. Este desbalance químico es lo que nos hace pensar mal de todo. Es difícil de explicar, pero muy fácil de entender si estás o has estado en este estado.
Como se sale de la depresión
Pues en realidad hay que salir de manera opuesta a cómo se entra en ella. Entramos poco a poco, sin darnos cuenta: un día no quedas con unos amigos, al día siguiente no haces la cama, pasados unos días te encuentras tirado en la cama a media mañana sin saber qué hacer, y sin ganas de hacer nada. Poco a poco entramos en la depresión, así que poco a poco deberemos salir.
Para salir de la depresión hay que realizar pequeñas actividades. Lo principal es mover cuerpo y mente, pero sin esfuerzos: al estar deprimido, cualquier sobresfuerzo que nos impongamos, lo veremos como algo irrealizable, porque estamos deprimidos, y abandonaremos sin empezar. Así que tenemos que buscar tareas que no tengan mucha fricción.
Probablemente la mejor actividad a realizar es dar una vuelta con un amigo para charlar de cualquier tema. Esta actividad nos hacer trabajar los músculos de las piernas, además nos hace pensar en cosas diferentes. Pero probablemente la mejora parte de esta actividad sea el contacto social, que es imprescindible para tener una psique sana, para todo el mundo. No es imprescindible hacerlo todos los días, ni gastar horas y horas en esto. Un mínimo de media hora a la semana es suficiente, cuanto más mejor, pero cualquier cantidad nos vale. Recuerda que hay que empezar poco a poco, pero conforme nos vayamos sintiendo mejor, veremos por nuestra cuenta cómo necesitamos más de esta actividad.
Otra actividades interesantes para ayudarnos son la lectura, el deporte, cocinar, viajar, o simplemente limpiar la casa. Tareas que nos hagan mover. Las mejores tareas son aquellas que realmente nos gusta hacer de normal, por ejemplo, en mi caso, ir al cine. Y no te fuerces, ni te desesperes si no consigues lo que te propongas, recuerda que sigues estando deprimido, todo resulta más cuesta arriba. Pero es esa cuesta arriba la dirección que debemos tomar para salir, sólo hay que ir poco a poco.